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El que tiene un porqué encuentra el cómo.

martes, 25 de febrero de 2014

LA ÚLTIMA TUMBA. Alexis Ravelo
 
 

Si os digo que acabo de leer una novela negra, con tintes conspiratorios más que actuales, donde las apariencias, el poder, la falta de escrúpulos y humanidad pululan alrededor de sus páginas buscando un desenlace inesperado, como poco os llamará la atención. Pero si además, os digo que esta historia, donde los buenos no son tan buenos, ni los malos lo son tanto, se desarrolla en el incomparable marco de la Islas Canarias, espero que como a mí, os resulte de lo más original. Cuando he leído novela negra de autores españoles, no recuerdo haberme salido de las lindes de la oscura noche madrileña o de las calles majestuosas de un Barcelona oculta. En todo caso, un Bilbao con muchos secretos que guardar. Es por ello que me ha resultado de lo más estimulante ir descubriendo la trama de esta historia a través del entorno canario y la peculiar forma de Alexis Ravelo de transmitirlo en su lenguaje escrito. Como andaluza no puedo más que admirar los ricos dialectos de nuestra tierra.

Adrián Miranda (protagonista de la novela) cuenta su historia en primera persona. Adentrándonos con ella en las calles, el clima, las costumbres y hasta la clases sociales y políticas, con su inconfundible halo de hipocresía y falta de honradez y corazón.

Adrián acaba de salir de la cárcel, tras cumplir más de veinte años de condena por el asesinato de Diego Jiménez, asesor de un importante político de las altas esferas canarias. Termina su condena totalmente rehabilitado: desintoxicado, con estudios, buenos hábitos y aparentemente, con todos los condicionantes para empezar una nueva vida alejada de esos años de falta de libertad. Pero bajo esa imagen de reinserción personificada, Adrián lleva todos estos años trazando un plan de venganza ante aquellos que lo utilizaron como cabeza de turco y le hicieron pagar una condena que no le correspondía. Él no asesinó a Diego. Paso a paso, nuestro protagonista, irá dando con la clave del asesinato y sus responsables. Hasta llegar a la última de las tumbas...

Alexis Ravelo da un giro de tuerca al género con esta obra sublime. Merecedora del Premio que ostenta y de muchos otros. Su trama, perfectamente estructurada, no nos hace perdernos en los detalles, aunque muchos de ellos son los que me llevo de esta intrigante historia. Esa maestría para no perder el concepto de lo que se quiere contar, pero donde los momentos estelares son detalles. Sobre todo ciertas frases que hacen que La última tumba sea una novela difícil de olvidar.

La forma de narrar del autor se corresponde con la propia historia: aparentemente sencilla, con una trama fácil de seguir al igual que la manera de transmitírnoslo. Pero al igual que la historia de Adrián, es sólo apariencia. Me ha encantado el leguaje utilizado en la novela: directo y sencillo en principio. Pero también tan rico y con tal carga emocional detrás, que es fácil vislumbrar las miserias y los deseos de sueños arrebatados a través de la impecable pluma de Alexis Ravelo.

Tengo que reconocer que La última tumba y su autor entran dentro de mis grandes descubrimientos en lo que va de año. No me queda más que estar agradecida por ser partícipe de esta gloriosa incursión en la novela negra canaria.

Queridos lectores, si lleváis la intriga, la venganza, la sangre y la búsqueda de la verdad en vuestras venas, aquí se despacha con mimo.

Termino agradeciendo al propio Alexis y a Isabel su atención y su disponibilidad y os dejo como muestra una de las mejores frases que he leído en mucho tiempo, y que mejor no perder de vista:


"La cruedad más absoluta no existe, porque la crueldad es más una consecuencia que un motivo y, sobre todo, porque siempre se puede ser más cruel"
 
 



 

 

 

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